Analógicamente
a las ciudades europeas, con sus sucesivas
barreras defensivas que provocar incrementos
en la densificación, Montevideo
no va a contar con cinturones fortificados
pero sí con límites físicos
y legales que lo regulan.
La primera barrera significativa, es la
línea de trincheras del Montevideo
sitiado (1843-51) en el transcurso de
la Guerra Grande.
El Gobierno de la defensa ocupa un territorio
que coincide aproximadamente con el de
la Ciudad Nueva. Esta ciudad recibe un
gran flujo inmigratorio de importante
repercusión ideológica,
que pasa a superar los 30.000 habitantes
de los cuales sólo el 37% son nativos.
Se llega a efectivizar en los distintos
núcleos que conforman la línea
del sitio las actividades propias de una
ciudad: el Puerto en el Buceo, Villa Restauración
como sede del poder ejecutivo y centro
residencial, el Cerrito de la Victoria
como campamento militar y la s chacras
del Miguelete como sede del poder legislativo
y sustento económico. La atipicidad
de ésta situación incide
directamente en el desarrollo de la ciudad
una vez declarada la paz de octubre de
1851 e incorporados estos asentamientos
a la estructura urbana. Todo ésto
hace que la ciudad fortaleza deje paso
a una ciudad abierta, no con reducidos
monumentos de importante carga significativa,
sino con múltiples puntos de referencia
y con un sector residencial que mantiene
la lógica asociativa de los últimos
años de dominación extranjera
y que dará lugar a la incipiente
ciudad liberal.
LA
CIUDAD LIBERAL:
En menos de 60 años el stock construído
de Montevideo se multiplica casi por siete
y se acrecienta considerablemente su territorio
urbanizado, de las 330 hectáreas
que conformaban el área central
a mediados del siglo XIX Montevideo pasa
a ocupar, seis décadas después,
una superficie inscripta en un sector
de círculo de radio superior a
los 10 Kms.
La incidencia de la iniciativa privada
resulta de trascedental significación
en la concreción de todo este proceso,
cuanto puede ser los campos de actuación
de mayor trascendencia, la instalación
de servicios de transporte colectivo,
la localización industrial en la
periferia y fundamentalmente la multiplicidad
de loteamientos efectuados por las distintas
compañías inmobiliarias.
Existen a su vez ciertas iniciativas del
gobierno para controlar la situación
como la delineación del trazado
de circunvalación Gral Artigas
(1878) y la retícula incluída
en él que dio lugar a la llamada
Ciudad Novísima, o por otra parte
una serie de medidas de localización
industrial y fijación de alturas
a la edificación del área
central.
El tejido residencial refleja el crecimiento
acentuando además las diferencias
sociales. Los sectores adinerados ocupan
mansiones a menudo desarrolladas en mas
de un nivel entre medianeras en las áreas
centrales o en casas- quintas edificadas
en amplios predios enjardinados en la
zona del Prado. En el extremo opuesto
de la escala social las alternativas posibles
era el caserío precario del subsidio,
el alquiler de piezas en casas de familias
o el alojamiento en alguno de los conventillos
del centro.
DESARROLLO
DEL URBANISMO:
El acelerado crecimiento de Montevideo
indujo a sentir a fines del XIX y principios
del XX como imperiosa la necesidad de
reordenar la estructura urbana.
El proyecto detransformación y
embellecimiento dela ciudad de Montevideo
considera la estructura vial, las futuras
expansiones y las relaciones de la trama
urbana con las características
geomorfológicas.
Lineamientos que son retomados con un
mayor desarrollo en cuanto a las posturas
higienistas en el Plan Regulador de 1912
donde plantea claramente la idea de creación
de nuevos parques y ampliación
de los existentes que confirma una tendencia
que años antes se inicia con la
incorporación del Prado Oriental
como espacio de esparcimiento público
(1873) o a principios del siglo con la
inauguración del Parque Urbano
y mas tarde del Parque Central.
En 1939 se crea La Oficina del Plan Regulador
la cual estructura hacia mediados dela
década del ´50 el Plan Director
para la Ciudad. El Plan ignora las calidades
ambientales existentes de una realidad
urbana conformada en base a unidades ambientales
con una fuerte caracterización
morfológica, los barrios, y que
superpone una red de sucesivas subdivisiones,
de una manera cuasi escolástica,
de zonas, sectores, distritos y unidades
vecinales. La manzana tradicional se transforma
en una unidad de habitación (Buceo,
Malvín Norte, Cerro).
MONTEVIDEO
EN CRISIS:
Hacia 1930, Montevideo cuenta con una
población estimada en poco más
de 650.000 habitantes. Veinte años
después comienza un proceso recalificador
causado directa o indirectamente por la
aplicación de una serie de leyes
u ordenanzas. En primera instancia la
ley de propiedad horizontal en 1946. Por
otra parte la ley de centros poblados
que regula las características
de la fundación de asentamientos
. Por último la ley nacional de
viviendas en 1968.
La población asciende hacia 1963
a 1.160.000 habitantes.
Desde la década del ´60,
a causa de la baja natalidad y de la fuerte
migración, la población
crece a ritmo muy lento.
Por último durante la dictadura
militar la ciudad ve afectada seriamente
su calidad de vida. En un creciente marco
de degradación ambiental, se inscribe
la depredación sistemática
de los principales parques de la ciudad
y la desafectación de monumentos
históricos nacionales que produjo
la demolición de distintas obras
arquitectónicas relevantes.
EN
LA ACTUALIDAD:
A la expansión de la mancha urbana,
que no acompaña un crecimiento
demográfico acorde, comienzan a
insinuarse voluntades de desplazar el
centro de la ciudad a la zona costera,
como el Proyecto World Trade Center en
el Buceo o las alternativas al área
de consumo como puede serla poliferación
de los llamados shopping centers. El poder
público ha intentado tímidamente
revertir estos procesos con acondicionamientos
de ciertos ámbitos céntricos
- el Paseo Yí, la Peatonal Bacacay
o la Plaza Fabini, por ejemplo- o con
planteadas intervenciones globales en
el Centro o La Aguada
CURIOSIDADES:
La ciudad de Montevideo fue fundada de
orden del rey de España don Felipe
V, por el Gobernador y Capitán
General del Río de la Plata Mariscal
de Campo don Bruno Mauricio de Zabala,
el día 20 de enero de 1724, según
unos, y el 24 de diciembre de 1726 según
los más. Sus calles son rectas
y espaciosas, menos las de la parte más
antigua de la ciudad, que adolecen del
defecto de ser angostas, pero algunas
correspondientes al ensanche tienen una
soberbia amplitud, como el bulevar Artigas,
la avenida Brasil, la rambla de los Pocitos
y otras varias, todas flanqueadas por
árboles y algunas dotadas de jardinillos.
El ancho de las aceras es proporcional
al de las calles estando éstas
adoquinadas unas, empedradas las más
y asfaltadas varias de ellas y sus dos
principales plazas, que son la de la Constitución
y la de la Independencia. Su edificación
es muy variada, encontrándose todavía
construcciones del tiempo de la dominación
española, y de diferentes épocas
posteriores, si bien van siendo paulatinamente
reemplazadas por una edificación
moderna, hermosa y de exquisito gusto,
tanto en el casco de la ciudad como en
los alrededores. Nótase, sin embargo,
notoria pobreza en el ornato público,
pues carece de monumentos, estatuas, etc.,
si bien existe el proyecto de erigir algunas
consagradas a honrar la memoria de varios
próceres dignos de eterno recuerdo,
como Colón, Zabala, Artigas, Varela,
Garibaldi y otros. Entre los edificios
antiguos deben citarse la Catedral y el
Cabildo, modelos de solidez y elegancia,
y entre los modernos el palacio Legislativo,
la Universidad, el Instituto de Química,
la Facultad de Medicina, el Hospital Militar,
el de niños, algunos edificios
escolares, el cuartel de los Blandengues,
la estación central de ferrocarriles,
varios templos, mercados, asilos, teatros,
cementerios.